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Los niños no se portan, los niños SE EXPRESAN

Los niños no se portan, los niños SE EXPRESAN

Cuando aprendamos a vivir sin expectativas por el comportamiento de otra persona estaremos impartiendo respeto y creando vínculos saludables.

Este artículo nace de la pregunta ¿Cómo lidiar con el entorno que no entiende que nuestros niños se portan como niños? que me hizo una lectora.

Lo primero que quiero que tomes y te lleves para practicar es que no tenés que lidiar con nadie. Cuando nos convertimos en mamá o papá ya tenemos suficiente con que 'lidiar' si queremos ponerlo en esos terminos, por muchos años o por toda la vida, como para lidiar con la crianza o educación del entorno.  

Y esa primera sugerencia nos lleva a la idea central sobre el comportamiento y es, aprender a vivir sin expectativas sobre el comportamiento de otra persona. Esto aplica para un tío o una abuela sobre el comportamiento del sobrino o la nieta y también aplica para nosotras sobre el comportamiento de ese tío o esa abuela. 

Veamoslo con un ejemplo para que quede claro:

En la pregunta inicial hay una expectativa de una mamá sobre el comportamiento o quizá las palabras del entorno (imagino que entorno familiar). Ella quiere lidiar con esas personas para que dejen de quejarse o hacer comentarios sobre el comportamiento de los niños: juego, gritos, quizá alguna pelea entre niños, no querer comer, demandar mirada, atención y tiempo compartido, entre otras cuestiones. Eso mismo ya es una expectativa sobre los adultos; quienes a su vez tienen la propia expectativa sobre los niños de que dejen de comportarse de determinada manera. 

Unos sobre otros esperando lo que cada uno considera adecuado y quejándose mientras no lo hacen en lugar de mirarse y ocuparse cada uno del comporamiento propio, siempre y cuando, NO SE ESTÉN FALTANDO EL RESPETO. Claro que si mi sobrino viene a mi casa y comienza a dañar el sillón, las tazas, rayar la pared voy a intervenir para que deje de hacerlo porque es mi casa y ese comportamiento requiere un límite. 

Ahora bien, si una abuela se queja de que un niño quiere jugar con su mamá o está aburrido en una reunión adulta o juega con su primo y grita, o desea ir a la plaza. Entonces es la abuela quien requiere bajar las expectativas sobre el accionar de su nieto. 

Esto nos lleva a uno de los Cuatro Acuerdos Toltecas: 'no te tomes nada personal'. si no hay límites que estén siendo transgredidos hacia un lado o el otro, entonces será asunto de la abuela cómo espera que los niños 'se porten'; y tú como mamá o papá tampoco quieres tomarte personal lo que esa abuela diga o espere, es su expectativa. Cuando queres lidiar para que entiendan también estás esperando un cambio de comportamiento y quizá sea saludable y sea válido tu planteo, pero su nivel de consciencia no se lo permite y seguirá esperando que los niños 'SE PORTEN' tal y como ella espera. 

Por cierto, los niños no se portan los niños se expresan. Se expresan como lo hacemos todos. A veces asertivamente, otras no tanto. Sin embargo, nadie va por la vida preguntando en nuestro empleo, hogar, barrio, club, a nuestros amigos cómo nos portamos o exclamando que  nos portamos mal!!! 

¿Por qué lo hacemos con los niños frecuente e inquisitivamente? Y allí radica la clave de aprender a vivir sin expectativas por el comportamiento de otra persona para impartir respeto primero, por la forma de ser de los demás, sean niños o adultos, y por lo que esa persona puede en cada momento, y creando vínculos saludables de los cuales no tengamos que quejarnos o lidiar. 

Una desafiante tarea que comienza y se nutre en la observación y labor del propio comportamiento. En poder llevar la mirada y el dedo acusador a uno mismo para ocuparnos de subsanar todo aquello que nos irrita, y esto cuenta para todos los seres humanos, más no todos eligen hacerlo. Que tú lo elijas no significa que tu entorno familiar lo elija y no puedes lidiar con ello. 

Llevar la mirada hacia adentro y crecer en nivel de consciencia y trabajo personal es una labor de toda la vida y en la maternidad o paternidad se suele intensificar. Es muy importante contar con herramientas y espacios de apoyo con un mismo propósito. 

Si esto resuena contigo puedes consultar el CURSO LOS NIÑOS NO SE PORTAN, LOS NIÑOS SE EXPRESAN. En el que encontrarás muchísimas herramientas y una guía de 5 preguntas para comenzar a subsanar ciertos comportamientos y patrones de pensamiento. 

Si lo que prefieres es disponer de una tribu de apoyo con otras mujeres, madres, familias para conversar y recibir guía de ésta y otras cuestiones de la crianza y el crecimiento propio, entonces te invito al CONSULTORIO PARA CRESER Y CRIAR, me escribes AQUí para suscribirte. 

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Gracias por leerme, hasta un nuevo artículo!

Paula. 

Autoria de Paula A. Fernández

Mamá - Asesora de Crianza y Educación - Guía Montessori 


Cuando aprendamos a vivir sin expectativas por el comportamiento de otra persona estaremos impartiendo respeto y creando vínculos saludables.

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